En clave de western
Pasa, sacúdete el polvo y siéntate. Echa un trago, al primero invita la casa. Y no te preocupes, olvida las armas, aquí la pólvora solo arde en las historias.
Pan comido
—¡Solo tenéis que acercaros! Seca y grave, resonaba el recuerdo de la voz del sheriff en su cabeza. —¡Está solo y gravemente herido; no le quedan
Cosas del doc
—¡¡¡Y eso es todo lo que tengo que decir!!! Se giró serio, severo, indignado. Con la chistera ligeramente ladeada, pero con estilo, como si no estuviera
Sosiego
Las ramas de arbusto rodante crepitan quietas en el fuego. Brota viva la llama, lame y azota con furia el metal, mientras gorgotean los adentros de
Partidas
Por último cargaron el baúl y lo apretaron con las correas que nunca se habían abrochado allá en casa, donde había pasado toda su existencia descansando
Concordias
—Guardo en la memoria el recuerdo de la primera vez que estuve por estas magníficas tierras. Hablaba a la vez que cargaba, ocultando hábilmente el temblar
Hasta el último aliento
Azul claro en el cielo, bocanada de aire y regresa al suelo: tierra fresca y espigas quebradas bajo la cara. Busca a los ancestros y la
La ley de Lynch
Pues qué quieres que te diga, hijo. Son cuatro maderas, sí; a menudo claveteadas con prisa. Pero convocan más adeptos que las iglesias, los saloones, las
Oportunidades
Llevaba días observando: un guardia a caballo, escopeta en mano, y seis más caminando de lado a lado, armados, soportando bajo el ala del sombrero el
La búsqueda
Pensó en darse la vuelta. El miedo calaba hasta los huesos, pero la misma fuerza que lo apartaba, lo devolvía al camino; solo unos pasos más,