En clave de western
Pasa, sacúdete el polvo y siéntate. Echa un trago, al primero invita la casa. Y no te preocupes, olvida las armas, aquí la pólvora solo arde en las historias.

Concordias
—Guardo en la memoria el recuerdo de la primera vez que estuve por estas magníficas tierras. Hablaba a la vez que cargaba, ocultando hábilmente el temblar

Hasta el último aliento
Azul claro en el cielo, bocanada de aire y regresa al suelo: tierra fresca y espigas quebradas bajo la cara. Busca a los ancestros y la

La ley de Lynch
Pues qué quieres que te diga, hijo. Son cuatro maderas, sí; a menudo claveteadas con prisa. Pero convocan más adeptos que las iglesias, los saloones, las

Oportunidades
Llevaba días observando: un guardia a caballo, escopeta en mano, y seis más caminando de lado a lado, armados, soportando bajo el ala del sombrero el

La búsqueda
Pensó en darse la vuelta. El miedo calaba hasta los huesos, pero la misma fuerza que lo apartaba, lo devolvía al camino; solo unos pasos más,

Fronteras
Mete los pies y nota el frío discurrir entre los dedos. A uno y otro lado se extiende el río vivo, ondeando entre las piedras. Hunde

El Descanso
Se marchó a la civilización con un sueño. Buen jugador y negociante, consiguió reunir bastante dinero en poco tiempo y construyó un magnífico local de juego

Arribada
Veia las puntas de sus botas hiriendo el polvo amarillento. Ahorraba el resuello con la codicia de quien no sabe cuándo llegará el descanso. El sol

Pérdidas
Se lamentó cuando perdió el caballo. Se echó las manos a la cabeza al ver la cuerda rota atada al árbol y la sombra de un