En clave de western
Pasa, sacúdete el polvo y siéntate. Echa un trago, al primero invita la casa. Y no te preocupes, olvida las armas, aquí la pólvora solo arde en las historias.
Otras postas
Atusó bigotes entre pulgar e índice, mientras un par de ojos saltones asaltaban aquel lugar. —Abandone, sheriff. No hay nada más que decir; nada que hacer.
Tierras
Podríamos haber dado media vuelta a la primera. Podríamos haber ido a otro lugar. Podríamos haber abandonado a la segunda o la tercera. Pero seguimos. Porque
Sendas
Unos llegan al este, buscando una vida. Otros excavan al oeste, para comprarse otra. Y hay quien sale del camino, hacia lo natural y salvaje, donde
Actitud
No era muy conocido. Los pocos que se tropezaron con él, y siguieron con la costumbre de respirar, juraban que nunca fallaba ni tampoco alardeaba de
La línea
Al bajar del tren se expandió el espacio: del habitáculo del vagón a las paredes de la estación, de estas a la calle de la pequeña
Sirenas
Sol por todos lados; solo la sombra de su sombrero. Nada a un lado; nada al otro. Irradia un calor implacable. Hierve la arena; crujen las
El viejo del oro
Consiguieron la conversión final y transformaron el plomo en oro… Mucho oro. Eran 6 y cayó el último víctima de la ira incandescente del sheriff y
Masificación
Al principio tronaban solitarios y crujían colosales hasta estamparse con el suelo; Titanes caídos tras la batalla final. Sus ramas cubrían el suelo como cabelleras plateadas.
Go west!
¿Qué haremos cuando todo acabe? ¿Volveremos a casa? ¿Seremos los mismos? ¿Acaso no dejamos parte nuestra en el camino? ¿Acaso la pólvora y las balas no