En clave de western
Pasa, sacúdete el polvo y siéntate. Echa un trago, al primero invita la casa. Y no te preocupes, olvida las armas, aquí la pólvora solo arde en las historias.
El trofeo
Llegaron entre risas y jolgorio. A nadie pareció extrañarle, los más jóvenes regresaban a la tribu, días después, tras su primera cacería. Alce Rayado, el más
As de tréboles.
De entre las rocas sale, revólver en mano, se planta en medio del camino y hace un único disparo al cielo, con el que detiene la
Phil C. Partisan
Brilla el sol de mediodía sobre cielo claro. La caravana se ha detenido y a la sombra de las goletas de la pradera se encienden los
El último aliento
Ocurría siempre al terminar la jornada; justo cuando los pies pedían libertad, cuando se podía parar y valía la pena sacudirse el polvo. Entonces todos echaban
Reconstrucción
Están en pie, erguidos frente a las ruinas humeantes. De vez en cuando se escucha algún crujido y el crepitar del rojo incandescente. Apenas se distingue
Herald & Dough
Iban con pies ligeros: rápido el sombrero de ala recta, siguiéndole a trompicones el bombín. —Oye, jefe, no hay quien te entienda. Los teníamos delante, solo
El pistolero
—¿Qué pasa? —Es Slade; va a por el joven Quentin. —¿A por Quentin? —Sí, por lo de Jackson. —¡Pero si él no tuvo nada que ver!
Vaquero
—Verá, los caballos son animales magníficos; libres. Yo me limito a aligerar su miedo para que puedan ser todo lo que son. No domo ni hostigo,
Asentamientos
Sentados sobre una roca, observan hacia abajo el terreno semiárido erizado de tipis donde se reune el grueso de la reserva. A su espalda queda el