Jordi contreraS

Evoco contextoS

Mesa en blanco

Antes de pasarme por aquí, he consultado a los dados. Tengo un cuenco de madera magníficamente tallado para tal efecto, donde resuena el azar al caer con ese sonido hueco y sedoso que solo confiere la madera. Y es así, observando los números que salen, como vislumbro el devenir del día.

Vale, es demasiado pronto para empezar la inmersión, así que dejemos las historias para la partida si es que cae alguna hoy. Lo cierto es que eso de hacer una tirada sí que es algo que he hecho más de una vez antes de empezar una partida porque, igual que ocurre con la página en blanco, a veces estamos sentados a la mesa ante los jugadores y sencillamente no sabemos cómo empezar, aunque sepamos perfectamente cómo ha de ir la partida.

Pues justamente para eso, para contrarrestar el efecto de “mesa en blanco” se puede usar una tirada como referencia de lo que va a pasar, del tono con que vas a empezar o simplemente como guía. Había quien sacando unas pocas cartas de una baraja común, te montaba una partida en segundos (puede que algún juego lo comentara). Hay tablas de encuentros, de climatología y hasta existe una tabla para pedir comida rápida con que matar el hambre durante la partida… no le busques explicación, son cosas del Fanhunter… y como todo lo de este juego, seguro que al ver la tabla y poner cara de “dado atravesao” al menos tiras un par de veces a ver qué toca…

Pero a veces es una tirada dentro de la partida la que nos inspira, ya sea: éxito, fallo, crítico o pifia.

Pueden ser los twists (o giros argumentales) del Mouse Guard, los críticos del Cthulhu que dan ese chupito de oxígeno tan necesario, esas tiradas de daño del Far West que se ventilan de un tiro al enemigo o las pifias de halo verde en Hom-maC que pueden cambiarlo todo.

En realidad da igual lo que sea, pero si ves que los jugadores están apagados (sin ellos no hay historia), ves que quieren otra cosa o sencillamente piden guerra, aprovecha la tirada, deja que los dados sean el viento y despliega las velas, a ver dónde acabamos.

Recuerdo hace tiempo ya, jugando una introducción al Aquelarre para que se conocieran los personajes, cómo un intento de robo en una feria arrastró a todo el grupo hacia una trama de bajos fondos y dagas prestas en las callejuelas más recónditas de una judería medieval.

Así que, si ves que todo está en calma… sopla los dados.

Feliz partida y buen viento, Evocador.

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