Balas: Lou
Acercó el fósforo a la yesca y sopló hasta que la llama alcanzó las ramas pequeñas. Pronto comenzó el crepitar, el fuego vivo empezó a devorar los troncos y las primeras chispas bailaron fugaces hacia la gélida noche plagada de millones de estrellas. Se puso las ropas nuevas y echó los andrajos a la hoguera. […]