Jordi contreraS

Evoco contextoS

Némesis

Muchos juegos de rol tocan el tema de “el enemigo” del personaje, dándole cuerpo y profundidad a su historia.

En algunos juegos es algo que puede aparecer o no. En otros, como en el Mouse Guard, tiene sitio fijo reservado en la ficha.

Por eso mismo es a este último al que mejor le va el invento que te propongo. Porque los ratones con su Creencia e Instinto ahondan bien en la psicología del personaje y la ponen a prueba con todo lo que le envuelve: el colosal entorno, el clima, sus objetivos, otros congéneres o los más temibles depredadores… (pero vamos, nada te impide enfundarlo en cualquier otro juego).

Y es ahí, con todo ese esquema de la forma de pensar y actuar, donde calza perfectamente la figura del enemigo, reflejo o Némesis.

Se trata, tan solo y tan todo, de que el enemigo del personaje sea una versión contraria a este con Creencia e Instinto opuestos. Justo ese otro que a veces queda más cerca de lo que nos pensamos y que en ocasiones acaba pareciéndose a nosotros mismos.

El punto extra es que, dado que todo personaje puede cambiar ambos rasgos a lo largo de su vida, puede llegar un momento en que acabe pareciéndose a su enemigo o incluso que ambos cambien continuando, así, siendo opuestos. La continuación de eso dependerá de ti y de lo que tu buen ojo de Evocador vea que vaya mejor. Pero es un buen recurso que bebe de ese jugo común a toda saga mítica y aporta otro grano de arena a esa epicidad de la que estos ratones no andan cortos.

Así pues, Evocador, la próxima vez plántales un contrario: si tus jugadores llevan los ellos, sé tú quien conduzca a los otros.

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