Otras postas

Atusó bigotes entre pulgar e índice, mientras un par de ojos saltones asaltaban aquel lugar. —Abandone, sheriff. No hay nada más que decir; nada que hacer. Coja esa placa y váyase. Si no, pasaré de largo y me llevaré al pueblo entero conmigo. Escopeta en mano, gesto cansado, recibió la voz como un saco vacío, […]