El último aliento
Ocurría siempre al terminar la jornada; justo cuando los pies pedían libertad, cuando se podía parar y valía la pena sacudirse el polvo. Entonces todos echaban una última carrera, aullando mientras galopaban, pensando ya en llegar cuanto antes al rancho y llenar el estómago. Era entonces, en ese preciso instante, cuando, a lomos de su […]