El tren
Dos sillas inclinadas, sombreros ligeramente ladeados hacia adelante y botas apuntalando la barandilla de un solitario porche. En frente, dos líneas de acero incandescente bajo un implacable sol dividen la nada eterna de polvo amarillo y seco, arañado por hilos rígidos de verde y gris. Uno escupe y observa cómo devora la arena el jugo. […]