Arraigo

Hunde la cuchara en el plato humeante y saca un pedazo de carne con algunas hojas cocidas asomándose por la borda. Tras un sonoro sorbo, abandona limpia la boca acompañada de un tenue gruñido placentero. —¿Está bueno, eh?  —pregunta ella con una sonrisa. Asiente él por respuesta y contesta con la gratitud del cuerpo entonado. […]