Entrelazando sus raíces con las del romero, quiebra la tierra y dispara sus espigas enhiestas en llamaradas violáceas el jopo o frare del romaní.
Se trata de una planta, perenne de la familia de las orobancáceas que crece en bosques de pinos junto a los matorrales (principalmente el romero) a los cuales parasita.
De tallos robustos, sus espigas violáceas pueden alcanzar alturas de entre 20 y 50cm.
De abril a julio surgen sus flores de color entre púrpura y violeta con forma de capucha de fraile (de ahí su nombre común de frare), presentando cierto oscurecimiento en los extremos de sus dos labios: el superior casi entero y el inferior dividido en tres.
El jopo no realiza la fotosíntesis y obtiene el alimento parasitando las raíces del romero.
El término Orobanche proviene del griego órobos (especie de arveja) y arjo (extrangular, sofocar) en relación a su cualidad parasitaria.
Durante las épocas adversas las espigas se secan y la planta redirige toda actividad a su parte subterránea, pudiendo rebrotar de nuevo cuando las condiciones lo permitan y así poder reproducirse.