¿Teclas o lápiceS?
¿Mesa o pantallA?
La respuesta es siempre: Sí.
Y es que esto del rol tiene más caras que un hectaedro:
Con figuras, sin figuras; con tablero, sin él; en La Mesa Redonda, tirados en el suelo; con más o menos jugadores… pero si hay una hoy en día es si virtual o físico; tecnológico o analógico; si en las nubes o a ras de suelo.
La trampa, si ha de llegar, que te pille bien en medio.
Hace años jugaba en aquel IRC de texto crudo con la falta de caras y la facilidad de los apartes y la inmersión. Y, a la vez, jugaba en las mesas entre el rodar de dados, los vítores ante lo conseguido, la decepción ante el fracaso y, siempre, entre risas.
En uno, abrías salas con la facilidad de un clic y, mientras se liaba parda en una, en la sala de al lado el resto de jugadores estaba tan pancho, pensando que el mundo seguía majete y en orden.
En otro, había ritual de llegada y salida, como el colgar de capas en el perchero de un señor bajito. Una post-partida a veces hasta bien tarde, con cena y resopón, hasta esas horas en que quedarse más rato ya no importa.
En uno, cada canal era un mundo; a veces un portal a un juego. Los mismos nombres dispuestos a rolear. Entrabas por y para el juego y acababas conociéndote por las letras más que por el ademán.
En otro, había clubes por los que pasarse a ver qué se cocía, a echar una partida, a hacer fichas o para estar y plantear la siguiente.
En uno, llegó el audio y el vídeo y apareció la posibilidad de echarte cara, pie o avatar. Y poder contactar y conectar pese a estar en la otra parte del mundo.
En otro, venía gente nueva con cara de “solo a probar” y acababan gritándole al dado como los demás; mientras el grupo entero acababa cambiando por ese soplo de aire fresco que aporta todo el que llega con ganas.
El caso: en uno u otro, la respuesta es sí.
Indudablemente el rol tiene ese punto inigualable de mesa, dados que ruedan y el cara a cara, pero la otra opción ha funcionado y sigue haciéndolo. A veces acabas viendo a aquellos que andaban tras la pantalla y otras acudes a ella para contactar de lejos con los que estaban más cerca.
Natural o artificiaL
En ambos está lo perfecto, lo circular, esférico, redondo.
Así que, Evocador, si puedes elegir, coge aquello que mejor te venga: mesa y a rodar dados o pantalla e invocar el azar a golpe de clic. O puede que uno y otro con la indistinción y desvergüenza de lo que simplemente te pida el cuerpo.
Al final, como a esto se juega entre mentes, pasa de barreras. Preocúpate solo de imaginar y soñar en conjunto una buena historia.