Entre tomillos y tierra seca, crece fuerte en cojín verde de piezas simétricas y antorchas púrpuras, la zulla silvestre.
Se trata de una mata perenne de la familia de las papilionáceas que a partir de una cepa leñosa, ahonda sus raíces fuertes y yergue sus tallos alternos, cilíndricos y sin costillas, hasta los 40cm de altura.
Crece entre tomillos y romeros en zona soleada de monte bajo, siendo una de las especies que tiende a arraigar en espacios semiáridos, protegiendo de esta forma el suelo que la sustenta.
Sus hojas son compuestas, libres entre sí, parcialmente soldadas al peciolo y presentan 10 pares de foliolos u hojuelas de lineares a oblongas, a veces revolutas, subglabras, dispuestas (imparapinnadas) en forma simétrica, salvo en la parte terminal que presenta una sola hojuela o foliolo más largo que el resto.
De marzo a junio, brotan de las axilas de las hojas pedúnculos largos con un racimo alargado, estrecho en base, más amplio en la parte terminal, con numerosas flores purpúreas de forma papilionada: con el pétalo superior más corto que el inferior.
El fruto de la zulla silvestre o esparceta presenta una forma de legumbre estrangulada con de 2 a 3 segmentos por donde se rompe transversalmente para liberar las semillas.
El término Hedysarum proviene del griego hedys que significa dulce, agradable, perfumado… y también del griego sáron que significa escoba.
El epíteto latino bovearum es relativo a Nicolás Bové, jardinero del Museo de historia Natural de París que estuvo recolectando y catalogando en el norte de África y Oriente próximo.
La zulla silvestre o esparceta es también conocida como estacarosins (estaca rocines), posiblemente debido al éxito que tiene como hierba forrajera para alimentar el ganado.