En el horizonte entre una tierra de tomillos, romeros y aliagas y el cielo de pinos, garroferas y encinas, se encuentra la figura compacta del enebro de porte columnar. Toda una gama perenne de verdes, de metro y medio de altura, que va desde el blanco casi incandescente hasta el más oscuro y agreste, repleto de la abundancia olorosa de unos frutos verdes que oscurecen con la edad.
El Juniperus communis es un arbusto austero, común en montañas, capaz de arraigar en cualquier tipo de suelo. Adaptado a inviernos fríos y veranos secos crece con el sol y perece en la sombra. Esto último, unido a su lento crecimiento, es la principal causa de que acabe siendo sustituido por otras especies. Es cuando se encuentra solo cuando el enebro tira con fuerza, por eso mismo encuentra acomodo en nuestro paisaje entre tomillares, carrascas y algarrobos, alejado de las zonas de pinos.
Las ramas, rojas las más tiernas, se vuelven grises con el tiempo. Sus hojas tienen forma de aguja y se disponen, de 3 en 3, a modo de estrella de tres puntas. Son de color verde y presentan una banda blanca en el haz.
Es una planta dioica, por lo que existe ejemplar macho y hembra. Los machos, en primavera, forman conos muy pequeños que producen polen. Las hembras generan frutos carnosos y globosos llamados gálbulos de entre 4 y 12mm que oscurecen al madurar, pasados 18 meses. Los gálbulos masculinos son amarillos, de 2 a 3mm de largo y caen tan pronto liberan el polen.
Su nombre proviene del término latino juniperus que se refiere a enebro. Communis es el epíteto latino que significa común o vulgar.
En la antigüedad se utilizaba el enebro para tratar algunas enfermedades infecciosas. Los indios americanos lo han utilizado en forma de té con raíz de Berberis para tratar la diabetes, la ingesta de bayas como desinfectante del tracto urinario y como anticonceptivo femenino. En el siglo XVII se usaba para el tratamiento de asma y ciática, así como para acelerar el parto.
En la actualidad se le reconocen propiedades diuréticas y carminativas. Communis, epíteto latino, significa común o vulgar.
Su madera es resistente a la pudrición y se utiliza en zonas desarrolla mayor envergadura (especialmente en el norte de Europa) para fabricar cajas para productos lácteos y mangos de cuchillo.
Los frutos se suelen utilizar para elaborar la ginebra y licores como el Jenever y para condimentar, una vez secos, carnes, salsas y rellenos; además de dar sabor a la leche fermentada.