A uno y otro lado del camino, entre las palmas estrelladas de sus hojas, emergen, enhiestos, los penachos rojizos del ricino cargados de muerte y curación.
El ricino, ricí o higuera del diablo es un arbusto anual de la familia de las Euphobiaceae que puede alcanzar los 5m. De tallo grande, nudoso y robusto con cicatrices (fruto de la inserción de las hojas), cubierto de un polvo blanco cerúleo, presenta un tono verde que puede variar a púrpura oscuro.
Crece en terrenos baldíos, cunetas, tierra removida y cauces de ramblas en zonas de clima cálido sin heladas. Con una gran profusión de semillas se extiende con rapidez llegando a ser considerada especie invasora en algunas regiones.
Sus hojas, verdes o rojizas, grandes (de unos 60cm de diámetro) palmeadas con de 5 a 9 lóbulos de bordes irregularmente dentados, son alternas, de peciolo largo (10-20cm) unido por su parte inferior y fácilmente reconocibles entre la vegetación autóctona.
De mayo a noviembre surgen de espatas, grandes y rojizas inflorescencias erguidas. En la parte inferior brotan las flores masculinas de entre (15-30mm de diámetro) con un cáliz de 5 piezas y estambres soldados, ramificada en forma de coliflor. Las flores femeninas surgen en la parte superior de la inflorescencia con ovario en 3 hojas capelares y un pistilo trifurcado.
Su fruto, globuloso, se asemeja a un erizo por las púas que lo recubren. Presenta 3 cavidades, cada una de las cuales alberga una semilla, grande, jaspeada, lisa y brillante, rematada por una excrecencia. Al secarse, el fruto se encoje hasta romperse, disparando las semillas a distancias superiores a 10m.
El término latino Ricinus es el nombre aplicado por Plinio a esta planta, aunque también lo utilizó para designar el fruto de la zarzamora. Otros autores apuntan a la similitud de los frutos con un tipo de garrapatas denominadas ricinus, -i y parece ser que está relacionado con el rezno: larva de una especie de moscardón que se desarrolla en el estómago de los rumiantes. No obstante, aunque lo conozcamos por su nombre latino, ya era conocido por egipcios y griegos.
El epíteto latino communis significa común.
El ricino es una de las plantas más tóxicas, debido a la ricina que se encuentra en sus semillas, pudiendo llegar a ser mortal para un ser humano adulto.
El aceite de ricino es un purgante altamente eficaz (a causa del ácido ricinoleico) que se produce prensando las semillas y calentando el líquido resultante para destruir la ricina, lo que no evita su desagradable sabor. Actualmente se utiliza también para pinturas, barnices, lubricantes y líquido de frenos.
El ricino también es apreciado por su función ornamental, debido a sus características hojas, sus inflorescencias y el vistoso tono purpúreo o rojizo. Suele plantarse como separador y como pantallas.