Otro año más, el blog sigue vivo y brota en dos sentidos. Por arriba: se expande con cada nueva entrada. Por abajo: avanza, se divide y enlaza de forma transversal con vínculos que multiplican el entramado, absorbiendo nutrientes, creando múltiples orígenes y destinos.
Cuando se acercan fechas de cambio, suelo tener varios planes para seguir, repuestos de tintero, aunque luego pueda cambiarlos. Pero esta vez no. No tengo guía ni itinerario, ni tengo pensado hacia donde tirar. Esta vez, seré caminante.
Cruzaré la frontera, entre desierto y pólvora, nieve y píceas, inicios y destrucciones, en las tripas humanas. Erraré por lo más recóndito del mundo o seguiré las venas de metal, vagando entre las luces y sombras de la civilización, hasta donde me quieran llevar. Y, como siempre, cargaré munición, dispuesto a descerrajar tinta.
Pasearé entre lo verde, disperso por el viento como las semillas, escuchando los cambios de paisaje en cada estación: floreciendo en primavera, manteniendo el sorbo en verano, fructificando en otoño y creciendo en el invierno mediterráneo.
Rodaré dados por caminos imaginados, a ras de suelo o sobre la Tierra, en solitario o junto a otros, Guardianes o Velados, tejiendo, acordando, hilvanando… hasta formar esa hoguera de historias que surge sobre la mesa.
Abriré sendas, erróneas a veces, con lo que se suponía obsoleto, lo que pensábamos que ya no valía. Tratanto, pensando, creando: rebrotando un bosque a partir de virutas.
Y lo haré siempre a mano, arremangado, metal y tinta sobre papel; para después colocarlo en la pantalla a golpe de tecla, desde donde poder contactar contigo, con nadie o conmigo mismo; porque una vez puesto, aquí se ha de quedar.
Puede que, como antes, haga todas estas cosas, solo algunas o inicie nuevas… Mantengo las posibilidades cerradas en el tintero, y atacaré el papel como abordan el monte los perros: yendo allá donde haya algo que interese, sin seguir rutas ni buscar otro propósito que lo que surja:
“Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.”
Que este año, tú también encuentres tu senda, sea cual sea, y la disfrutes.
¡¡¡Feliz año!!!