Derrumbes
La primera bala le besó el cuello: rápida, limpia… al rojo vivo. Se llevó la mano derecha instintivamente a la herida, mientras con la izquierda amartillaba y despertaba el encabritar del arma. Recuerda su entrada. Amable, gentil. Estrechar de manos firme. Charla interesante. Sonrisa apacible. Voz cálida. La segunda bala atravesó el faldón de su […]