Balas: N

Rodeado de terciopelo verde y cristal iluminado, sobre lujosa superficie de marquetería, mira la caja de ébano con sus compartimentos equidistantes guardando las primeras monedas que ganó: ofrenda resplandeciente a cierta divinidad plutoniana.  Baja la tapa hasta quedar frente a los 24 brillos de la “N”, perfectamente engastada en el negro de la madera. Se […]