Soportes
No hace falta gran cosa; solo ese espacio en blanco que aguanta las letras. Una piedra, un par de maderas o las mismas piernas pueden servir para apoyar un cuaderno. Pero el verdadero soporte es el entorno: aquello que nos rodea.
No hace falta gran cosa; solo ese espacio en blanco que aguanta las letras. Una piedra, un par de maderas o las mismas piernas pueden servir para apoyar un cuaderno. Pero el verdadero soporte es el entorno: aquello que nos rodea.