La meseta
“La tierra reseca mostraba grietas tan grandes como nuestras zarpas. Miráramos donde miráramos, todo alrededor era gris y apagado: una inmensa meseta calcinada por el sol abrasador. Si no fuera por el pelaje, tendríamos la piel al rojo vivo. A fin de que el fino polvo ardiente no nos dañara, vendamos nuestras patas, nos enfundamos […]