Jordi contreraS

Evoco contextoS

Luces, cámara, acción!!!

Los Pnjs, o Personajes no jugadores, son la herramienta que tienes como Evocador para que el mundo ese que se crea sobre la mesa de juego cobre vida.

Los hay de muchos tipos: el villano de libro, los “buenos”, los “malos” y los “peores”, el aliado heróico, el compañero ocasional y los recurrentes: familiares, amistades y todo ese ecosistema que puebla la red de contactos de uno o varios personajes de los jugadores.

Pero hay otros que no tocan trama, al menos de forma directa, ni van en contra ni a favor; simplemente viven. Esos, en apariencia no tan útiles, son los que dan calor y color a nuestra partida.

No es lo mismo entrar a un saloon con tipos de cartón piedra, que escuchar la embaucadora voz de un traje elegante dando un vuelco a una colorida ruleta.

No es lo mismo caminar solo entre las hojas secas y quebradizas de un otoño recién llovido, que encontrarnos en el camino con un pastor de insectos de rostro afilado, orejas raídas y bigotes tiesos que muestra con las primeras palabras que poco mora en este territorio que él no conozca.

No es lo mismo, querido Evocador, pasar por un territorio de caza lix, que cruzarse con un rostro que emerge de entre los árboles a tan solo escasos centímetros de nosotros y que, tras olisquearnos con la boca medio abierta, se marcha soltando un escueto “No sois de aquí. Marchad.”.

Ni es lo mismo montar un club clandestino de rol en medio de Barnacity solo con los personajes de los jugadores, que tener miembros como Eustaquio Kahn Atul cuyo sueño en esta vida es montar una estatua de papel maché tamaño real de Cthulluh, chulu, xulu o como sea, rellenarla de goma2 o 3 o 4 y entregarla con un lacito en el Revaticano, aunque luego se niegue a reventarla porque le ha quedado “mu maja”. Raro es el día que no entres y esté ahí con 35 planos en 2D, 3D, 4D y 5G por si se queda corto.

Es que no es igual. Por eso, siempre que te sea posible, es interesante que hasta el curandero aquel al que acuden para que les cosa los hígados dejando la costura por dentro, tenga ese je ne se quoi que qué sé yo. O lo que es lo mismo: que si tiene que dar grima ponerse en sus manos que la de, que si tiene que ser un tipo de quien fiarse y a quien buscar cuando más adelante nos salte el cosido, que lo sea.

Porque si recuerdan un sitio por cómo es, lo recordarán con más viveza, si hay alguien habitando en él.

Así pues, querido Evocador, siempre que no sea un engorro, recuerda darle ese toque a esos pnj que no son villanos ni aliados ni contactos recurrentes, que son solo gente pero sin los cuales se nos caen los puntales de este gran juego.

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