Por herbazales y campos soleados, deambula el rebaño de matas enhiestas del albellatge o cerrillo.
Se trata de una planta herbácea de la familia de las poáceas; perenne y rizomatosa, con tallos glabrescentes verdes, cubiertos de polvo blanquecino, en la juventud y dorados al madurar.
Crece desde la base en forma de céspedes, ramificándose y formando matojos compactos de hasta 1m de altura.
Las hojas, de color verdoso, márgenes enteros y puntas puntiagudas, forman una vaina que encierra parcialmente el tallo y un limbo que se extiende de 10 a 30cm y de 3 a 4mm de ancho, con un marcado nervio blanco en medio.
Sus inflorescencias, de 10 a 40cm de largo, crecen en parejas de espigas con espículas pubescentes, rodeadas por una bráctea foliácea basal.
Genera un fruto en coriàṕside dentro de las partes viejas de la flor.
El término hyparrenia proviene de los términos hypo (bajo) y arrhen (masculino) en referencia a las espiguillas masculinas que se disponen en la zona baja de la espiga.
El cerrillo o albellatge tiene principios colagogos, pectorales, anticatarrales, diuréticos y se utiliza también para tratar la anemia, la tos y el asma.
Además se utiliza como planta forrajera, para estabilizar taludes y como decoración colocando sus tallos aéreos en jarrones u otros recipientes.