
Sobre suelos removidos, pastizales y en los bordes del camino, crecen durante otoño e invierno las hojas tiesas y erizadas con relámpagos blancos de la Calcida blanca, que, al llegar la primavera, ofrece sus estrellas púrpuras al mundo.

Se trata de una planta bianual de la familia de las Asteraceae. De raíz tuburosa y tallos espinosos, erectos y ramificados en su parte superior. Crece hasta alcanzar alturas de casi un metro en campos de cultivo, terrenos baldíos, bordes del camino, en zonas soleadas y suelos bien drenados.

Las hojas basales se disponen en roseta, son grandes (de 30 a 50cm), lisas, simples, más anchas en inicio que en la fase terminal, de márgenes aserrados y peciolo corto. Las hojas superiores (caulinares) son de menor tamaño, alternas, profundamente divididas con lóbulos foliares muy marcados y finas espinas; son de color verde intenso recorridas por líneas blanquecinas y envés tormentoso.

De abril a junio surgen sus flores púrpuras y lilas, tubulares, agrupadas en capítulos de 3 a 4cm con colores más vivos en las flores de los extremos, ligeramente más grandes que el resto. Son muy llamativas, algo más que adecuado si tenemos en cuenta que dependen de los insectos para su polinización.
Sus frutos surgen de agosto a septiembre, son en forma de aquenio estriado con apéndices con vileno plumoso blanco de 3 a 4 veces más largo que el aquenio.

El término Galactites proviene del griego gala- que significa leche.
Mientras que el epíteto tormentosa proviene del latín y hace referencia a los pequeños pelillos que cubren el envés de sus hojas.

Tradicionalmente se ha usado el cardo blanco para tratar cálculos biliares e inflamación de hígado; así como para tratar hemorroides, varices y úlceras en las piernas. Además, presenta propiedades febrífugas, antisépticas, antiinflamatorias y antiespasmódicas.
Su uso gastronómico abarca desde el consumo en crudo de los tallos tiernos y las flores en ensalada, hasta la preparación cocida de tallos en guisos y las mismas flores en sopas. También se usaba antiguamente su aceite para cocinar y alumbrar las casas.
Mas, como siempre, su principal cometido en el ecosistema que se halla, es el de afianzar la vegetación en terrenos de naturaleza baldía.
