Jordi contreraS

Evoco contextoS

Echium vulgare, viborera, abalea, salvaje, llengua de bou.

Tras un año en base burbujeante, crecen erizados sus tallos, se dividen y abren las bocas, azules y violáceas, de la viborera o llengua de bou.

Se trata de una hierba bianual de la familia de las boraginaceae. que crece en los márgenes de los caminos, junto a pinares y en terrenos alterados hasta alcanzar los 50cm.

Durante el primer año se mantiene a ras de suelo con sus hojas lanceoladas y pilosas, con pequeñas erupciones y un solo nervio que cruza toda la hoja.

En el segundo año es cuando “se alza” desarrollando tallos cilíndricos, con pilosidades rasposas. Pero si algo caracteriza a esta planta son sus ramilletes florales que, en ocasiones, se enroscan como el animal que le da nombre con vástagos presentando gran cantidad de vellosidad.

Florece de marzo a junio, aunque en ocasiones puede apreciarse sus flores en otros momentos del año. Comienza en un tono rojizo purpúreo y termina en un azul intenso que, exceptuando la hierba coral o la espuela de caballero, se ve poco por la zona del Turia. Y que, además de dar una nota de color diferente, parece ser que llama eficazmente la atención de ciertos insectos, especialmente de las abejas melíferas, lo cual es perfecto debido a la gran cantidad de néctar (que no de polen) que genera. Dadas estas armas, no es de extrañar que donde esté la viborera suela haber producción de mieles monoflorales.
Cada una de estas vistosas flores presenta una corola tubular de 5 gajos con cinco estambres, unos más largos que otros.

El término Echium proviene del griego ekios (víbora). Mientras que el epíteto vulgaris viene del latín vulgaris, -e (común).

Sus hojas son tóxicas; sus tallos, en cambio, se pueden consumir. Además, se ha utilizado para confeccionar tintura, debido a su alto contenido en taninos.

Lo de víbora le viene también por los pequeños frutos, en grupos de 4, que ofrece, de unos 2mm, y que se parecen a la cabeza de la serpiente. No es de extrañar que, dada su similitud, en el pasado se le atribuyeran propiedades protectoras frente a la víbora y se utilizara como remedio para su veneno.

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