A esto se juega interpretando un personaje. Nos ponemos en su piel y vivimos a través de él durante lo que dure la sesión.
Si se hace bien, se tiene en cuenta sus preferencias, sus desavenencias, sus hábitos y manías, y al final estamos tan acostumbrados a ser ellos que sabemos cómo responderán en tal o cual situación.
Llegados a ese punto, es cuando jugamos de verdad, cuando creamos un vínculo similar al que podemos hacer con el personaje de un libro o una película, pero más cercano.
Así que no es de extrañar que nos joda cuando llega la muerte. Eso es algo que todo Evocador debería tener en cuenta y actuar en consecuencia…
Si la muerte fue chorras, que lo sea a nivel mítico; si fue triste o entregada, que así quede en la mente de todos; y si fue arrebatada, habrá que otorgarle, en esas últimas palabras, el tiempo extra que haga falta.
Muchos juegos tienen sus propias creencias, a veces varias de ellas. Y si no, se elije una, o que sean los jugadores quienes escojan la mejor manera de despedir a sus personajes; porque al fin y al cabo despedidas de las serias, solo hay una… o quizás no.
Feliz partida y buen viaje.