Saludos Evocador, llevamos un tiempo de este veranito y ya se puede decir oficialmente que alguien ha encendido el monte del destino, que la sensación térmica en algunas partes es como ir en chancletas por Arrakis, que se han dejado un portal abierto a Dark Sun y que Belial se ha dedicado a calentar los ánimos en todas esas ofrendas humanas al cementer… (perdón) al cemento.
Dependiendo de dónde estés: al sol uno se churrasca, a la sombra no mejora y cuesta más ver algo de brisa fresca que encontrar a un tintín macute en la cima del Everest. Pero al menos los dados (si no los compraste de cera, mantequilla, plastidecor o plastilina) aguantan.
Así que aprovecha uno de esos momentos en que el sol ataca tanto a las piedras que tienen que recordar su forma para cuando vuelva la solidificación y toca algo de Rol ambientado en mucho fresquito: las Montañas de la Locura, las tribus norteñas de los utar, Hoth, el corazón del Yukón en plena fiebre del oro, el puesto fronterizo de Frostic, la nevera de Crocell o una fábrica de polos a lo Willy Wonka en pleno polígono Barnaciteño. La cosa es que si la sensación térmica cuenta, quizás consigamos algo bajando la percepción.
Si por el contrario estás en alta o media montaña o simplemente gozas de fresquito, aparte de dar envidia, aprovecha el tema para lo mismo (ya ambiéntalo donde quieras, que al no estar en el averno, no hay motivación concreta).
Así que, Evocador@, sea jugando en mesa con viejos o nuevos conocidos o creando personajes/partidas/historias en solitario (sabemos que los roleros no saben estar quietos), que pases un feliz verano. Si tienes morriña, tómate un algo, con Dice on icE, bien fresquito. Y si te animas a salir…
Nos vemos en el camino.