Jordi contreraS

Evoco contextoS

Pirámides

Hace unos días vi una noticia que informaba sobre la inversión de 600 millones de euros en armas, concretamente drones de combate (acelerón de Skynet), por el actual CEO de una plataforma de música en streaming. Vaya por delante que la plataforma la he gastado mucho y tendía a pensar (con la cabeza aun en otro chip) que una empresa así, invertiría en música: artistas, álbums, eventos, proyectos… Pero claro, cuando manejan números que puedes leer, pero no comprender, lo de invertir es más bien una actividad en sí misma.

La idea de esto no es decirle a nadie qué debe o no hacer, sino asimilar (yo antes que nadie) lo que otros pueden hacer con la riqueza que generamos, y así poder decidir adecuadamente qué hacer.

Vaya por delante que no he pagado nunca por utilizar la plataforma; lo que no significa que me regalen nada: el pago por mi uso lo recibe dicha plataforma de los anunciantes que escucho mientras oigo música (durante años se ha hecho con la TV y ninguno pensamos que fuera una ganga). Si tenemos en cuenta esa cantidad generada y la multiplicamos por todos los usuarios que están escuchando música (minando), nos sale una herramienta potente para aplicar fuerza en cualquier sentido, obteniendo beneficio y consecuencias con ello. Como todo, en esto de la inversión hay muchas opciones, algunas de una rentabilidad económica estratosférica, y unos costes a la par.

La idea aquí es un pensamiento, una serie de preguntas que me vinieron a la mente: ¿sabemos qué estamos haciendo entre todos?, ¿comprendemos qué forma tiene la pirámide que construimos sin saberlo?, ¿nos gusta?, ¿estamos de acuerdo?, ¿puede que estemos ayudando con parte de nuestro tiempo a hacer algo que por otro lado negamos categóricamente?

Al final, como decía Ockham, tras un golpe de filo la cosa queda bastante más clara:

En una sociedad de consumo, el ciudadano debe poder saber y elegir qué demonios es lo que consume.

De momento, me he planteado echar un ojo a las cosas de las que participo, tampoco cuesta demasiado; y dejarme bien claro, que si no va conmigo lo que se haga, tampoco es tan malo hacer cambio y soltar lastre.

Un saludo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies