
Entre cama de hierbas y verde oscuro dividido, emergen enhiestas hojas de nervios armados, agarradas a tallos espinosos, que con el avanzar del verano saludan al sol con los penachos hilados de amarillo limón característicos de la lechuga silvestre o lletuga borda.
Esta planta de la familia de las Asteraceae crece en herbazales nitrófilos y terrenos alterados relativamente húmedos, aunque puede aguantar periodos de sequía. Surge en torno a un tallo blanquecino vertical con marcadas espinas amarillentas, que se ramifica en su parte superior hasta alcanzar alturas de entre 50 y 1,50cm.

Sus hojas presentan un margen con pequeñas espinas y un nervio medio muy marcado con espinas de 5mm, algo inferiores en los nervios secundarios. Las basales son de un tono más oscuro y están fuertemente divididas y dispuestas en plano. Las superiores son lanceoladas de verde blanquecino, mucho más claro en el nervio central, más pequeñas, lanceoladas y firmemente verticales.

De junio a septiembre surgen sus flores hermafroditas, hilosas, de un tono amarillo limón, en inflorescencias caídas y agrupadas en penachos ligeramente redondeados. Bajo ellas surgen brácteas desiguales y lanceoladas, que a veces acababan en púrpura.
Sus frutos, en forma de aquenio, son de un tono negruzco o marrón oscuro y presentan en su parte superior vilenos pilosos para poder dispersarse adecuadamente por el viento.
El término latino Lactuca significa lechuga y proviene de lac: leche.
El epíteto latino serriola proviene del latín serrula y hace referencia a una pequeña sierra debido a su morfología.

Su uso, tanto por el ser humano como por animales hervíboros, no es otro que el de la alimentación (es la variedad de Lactuca más cercana a la lechuga común o Lactuca sativa. Se ingieren las hojas jóvenes: crudas o hervidas.
Existen evidencias de esta planta en yacimientos antiguos asociados a rituales. El dios egipcio Min se asocia con esta variedad. De igual manera aparece relacionada con la cultura griega junto a Afrodita y Hera respectivamente; además de asociarle propiedades curativas como remedio para las úlceras oculares o diurético y de atenuación del deseo sexual. Por su parte, los navajos la utilizaban como ceremonial emético.
No obstante, su principal uso, como el de todas las plantas, lo ejerce al relacionarse y vertebrar su entorno, cambiando el medio y ofreciendo espacio para que otras especies se asienten.
