Jordi contreraS

Evoco contextoS

Púas

—¿Ves? Antes, miraras donde miraras, no había más que campo abierto. Podías ver al ganado pastar donde le pareciera. Buenos días de hierba alta y tierra abierta, donde el horizonte era el único límite que ponía el universo.

Ahora, ese metal torcido se clava en el suelo y desgarra, arrancando trozos de lo que era un todo.

¿Sabes?, me acuerdo de los indios.


—¿Ves? Antes, cualquiera podía pasar por encima de mis tierras, arrasándolo todo como si no las hubiera regado con el sudor de mi frente, como si nada hubiera germinado.

Ahora clavo firme estos postes en torno a lo que es mío: mi vida, mi hogar, mi comida; y extiendo el alambre que demuestra que no nos dejamos avasallar.

Porque se creen por encima de todo, que todo cuanto hay es suyo y que no nos queda otra que claudicar.

¿Sabes?, me acuerdo de los indios.

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