A uno y otro lado del camino, entre pequeñas hojas verdegrís, surgen los botones amarillos de la magarza valenciana o manzanilla silvestre.
Es una planta anual, algo rastrera, de la familia de las compuestas, que puede alcanzar los 40cm de altura. Sus tallos son erguidos, estriados, ramificados, glabros en base y normalmente pubescentes en la mitad superior.
Sus hojas, de un verde claro a veces grisáceo, son profundamente divididas en segmentos lineares.
Entre marzo y mayo sus flores, tubulares de unos 5mm amarillentas y carentes de lígulas (en caso de existir, son muy escasas) forman discos en capítulos solitarios de unos 2,5cm de diámetro.
Los frutos periféricos son aquenios anchamente alados; el tamaño de estas alas laterales va disminuyendo progresivamente de manera centrípeta hasta desaparecer en los frutos más internos del capítulo.
El término Anacyclus puede provenir del griego “en torno a su alrededor” en referencia a la disposición radial de sus flores; o bien, también de origen griego, significar “sin anillo floral” ya que sus flores exteriores no tienen pétalos.
El epíteto latino valentinus significa (valentía) aunque posiblemente haga referencia a Valencia, zona donde esta planta es muy abundante; de ahí el nombre común de magarza valenciana o manzanilla valenciana.
Su uso principal es el medicinal, debido a sus propiedades antisépticas y digestivas.